domingo, 19 de febrero de 2012

La Plenitud del Espíritu Santo en el Cristiano

La Plenitud del Espíritu Santo en el Cristiano
Iglesia Alianza Cristiana y Misionera Comas San Felipe VI La Plenitud del Espíritu Santo en el Cristiano I.- Introducción.- Para poder experimentar la plenitud del Espíritu Santo, debemos de estar llenos de EL, el cual controle nuestras vidas, haciendo de nosotros experimentar la madures, de lo opuesto a carnalidad, y nuestras vidas muestren características propias, en lo diferentes Ministerios mostrando su amplitud, al estar nosotros a su control, y no nosotros controlando el Espíritu. Debemos dejar en claro que hay 2 formas de vivir, o en forma carnal, que son como niños andando como hombres naturales, o el hombre Espiritual que tiene la capacidad de escuchar la voz de DIOS, y aprender a obedecerlo. Los hombres se clasifican según su capacidad para comprender y recibir las cosas profundas de DIOS. La Plenitud del Espíritu Santo en la vida de sus hijos Podemos ver que hay 2 clases de Cristianos, los que permanecen en Cristo y los que no permanecen en EL. ¿Cuál sería la consecuencia de no permanece en Cristo? Pues perder las bendiciones de DIOS. Buscando de DIOS o buscando experiencias que no cambien mi vida. Por falta de instrucción en la Biblia, muchos han inventado términos y frases anti bíblicas, creyendo que están siendo llenos del Espíritu. Cuando procurar describir su experiencia; por lo tanto, son invariablemente tan erróneos como cualquier conclusión de la mente humana, al tratar con las realidades Divinas. Sería inútil procurar clasificar las diferentes experiencias; pero cuando uno ha encontrado en la obediencia a DIOS, paz, poder y bendición para rendirse de una manera definida a Dios y poder confiar únicamente en su potencia, entonces la Biblia asigna claramente la causa como una manifestación más amplia de la presencia y poder del Espíritu. Se dice que tal persona es llenad el Espíritu. Tener más del Espíritu o dejar a DIOS obrar en mi vida Ser lleno del Espíritu es tener el Espíritu cumpliendo en nosotros todo lo que Dios propuso que hiciera cuando se nos dio. Ser lleno de El no es el problema de recibir más del Espíritu: antes bien, es la cuestión de que el Espíritu tome más de nosotros. Nunca tendremos más del Espíritu que la unción que cada Cristiano ya ha recibido. El Espíritu Santo tiene manifestaciones que serán notorias en la vida del Creyente 1.- El Espíritu produce un Discípulo con carácter de Cristo Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, longanimidad, benignidad, bondad, fidelidad, mansedumbre, templanza. (Dominio sobre sí mismo) (Gal.5:22, 23) Tiene que andar como es digno de la vocación con que ha sido llamado con “toda humildad, mansedumbre, paciencias y soportándolo a otros en amor fraternal. Así, también, por otra parte, su preciosa comunión con el Padre, y con su Hijo Jesucristo depende de la presencia en su vida de estas características Divinas. Debe haber alguna calidad de vida y de carácter en el Cristiano con la cual Dios puede tener comunión. Pero para que Dios encuentre algo en la vida humana semejante a su propio carácter, es que El mismo tiene que ponerlo allí; porque EL sabe bien que dichas cualidades Divinas jamás se manifestaran en una vida sin Su poder infinito. Por tanto, si exige, conforme a su propia naturaleza, aquellas virtudes celestiales como la única base para tener comunión con su hijos nacido de agua y Espíritu. El Amor El amor Cristiano, conforme a las Escrituras, es claramente una manifestaci6n del amor Divino mediante el corazón humano. Esto se declara en Rom 5:5: ”Porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones, por medio (producido o causado por) del Espíritu Santo, que nos ha sido dado”. Esto no es la operación de los afectos humanos, sino la manifestación directa del “amor de Dios” pasando por el corazón humano procedente del Espíritu, donde viene y le habita. Al considerar este amor de Dios que se imparte al ser humano debiera notarse: a.- El amor de DIOS es solo para sus discípulos. El amor de Dios que se imparte a los hombres no se experimenta por la persona no salva: “Mas yo os conozco, y sé que no tenéis el amor de Dios en vosotros” (Jn . 5:42). b.- El amor de Dios se extiende al mundo entero. “Porque de tal manera amo Dios al mundo” Jn. 3:16; “para que por la gracia de Dios gustase la muerte por todos” (Heb.2;9) Se trata del amor Divino para el mundo de hombres perdidos, o sea, la compasión de Dios que no conoce límites. Lo que se llama a veces “el espíritu Misionero” no es otra cosa que esta compasión, que hizo venir del cielo el Hijo de Dios, “derramada” en el corazón humano. Un deseo para la salvación de otros es el primer pensamiento de muchos después de nacer Espiritualmente. c.- El amor de Dios detesta el presente sistema mundial. “No améis al mundo, ni las cosas que están en el mundo”. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en el. Porque todo lo que hay en el mundo, la concupiscencia de la carne, y la concupiscencia de los ojos, y la vanagloria de la vida, no procede del Padre, sino que es del mundo” (1 Jn. 2:15-16). Dicho amor purificado será siempre la experiencia de aquel a quien el amor de Dios se imparte. d.- Cuarto, el amor de Dios es para Sus hijos nacidos del Espíritu. “Mucho mas, pues, siendo justificados por su sangre, seremos salvados de la ira por medio de EL. Pues si cuando éramos enemigos, fuimos reconciliados, seremos salvados por su vida Rom. 5:9-10. e.- El amor de Dios es sin fin. “Habiendo amado a los suyos que estaban en el mundo, los amo hasta el fin” (eternamente, Jn. 13:1). f.- El amor de Dios se manifiesta para Israel. “Con amor eterno te he amado” (Jer. 31: 3). De manera que el creyente lleno del Espíritu aprenderá a alegrarse de las grandes profecías y propósitos de Dios para aquel pueblo con quien ha hecho un pacto eterno, para quien tiene un amor eterno. g.- El amor de Dios llega hasta el sacrificio: “Porque conocéis la gracia de nuestro Señor Jesucristo, que, siendo EL rico, por vuestra causa se hizo pobre, para que vosotros, por medio de su pobreza, llegaseis ser ricos” (2 Cor. 8:9). Aquella actitud de parte del Hijo de Dios hacia las riquezas eternas afectara la perspectiva del creyente tocante a las riquezas terrenales, si dicha actitud de Cristo se reproduce en él. 2.- El Espíritu produce el Servicio Cristiano Jn. 7:38. El que cree en mí, como dice la Escritura, de su interior correrán ríos de agua viva. En el hombre natural no puede correr nada bueno, solo el nacido de agua y Espíritu. Así como la salvación del Cristiano, también el servicio ha sido diseñado en el eterno plan y propósito de Dios. Efe. 2:10. Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas. Según este mensaje, Dios ha preparado anticipadamente un servicio muy especial para cada individuo, y el desempeño de los ministerios particulares e individuales constituye “las buenas obras” de conformidad con la opinión Divina. Cualquier otro servicio que no sea aquel preparado por Dios para el individuo, aunque sea muy valioso en sí, no puede llamarse “buena obras” porque no es la obra especifica de la voluntad de Dios. Según la enseñanza del Nuevo Testamento el servicio del Cristiano es el ejercicio de un “don” El uso de la palabra “don” en la Biblia no debe confundirse con el concepto general en el mundo de una persona dotada que es especialmente capacitada para desempeñar un papel importante en virtud de su nacimiento físico. El único requisito es que el corazón y la vida se rindan a Dios. Entonces el Espíritu que le habita manifestara su gran poder por medio de usted. La espiritualidad no se gana por medio del servicio: es para el servicio. Cuando uno es verdaderamente espiritual, todo esfuerzo en la energía de la carne se evita para que el servicio real se rinda en el poder del Espíritu. La espiritualidad es obra de Dios para Su hijo: el servicio es la obra del hijo para su Dios, la cual se afecta únicamente en el poder del Espíritu que nos habita. 3.- El Espíritu Enseña Jn. 16:12-15. Aún tengo muchas cosas que deciros, pero ahora no las podéis sobrellevar. 13 Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda la verdad; porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oyere, y os hará saber las cosas que habrán de venir. 14 El me glorificará; porque tomará de lo mío, y os lo hará saber. 15 Todo lo que tiene el Padre es mío; por eso dije que tomará de lo mío, y os lo hará saber. El Espíritu Santo enseña, en nuestro maestro más allá de la sabiduría humana, pues solo se revela a sus hijos, cosos que “ojos no vio, ni oído oyó, y jamás entraron en pensamiento humano, pero DIOS nos lo revelo a nosotros. No se trata solo de saber y tener provecho de lo Espiritual, sino la realidad es que nos saca de la ignorancia, y esto debemos de compartir con nuestros hermanos. El crecimiento del Cristiano se determina por conocer la palabra, orar en todo tiempo, y que fuimos llamados a servir, (ser Siervos), pero la Espiritualidad no depende de estas cosas sino se determina al ajuste al Espíritu. El Espíritu seguirá siendo nuestro maestro. 4.- El Espíritu promueve la alabanza y acción de Gracias Efe 5:18 No os embriaguéis con vino, en lo cual hay disolución; antes bien sed llenos del Espíritu, 19 hablando entre vosotros con salmos, con himnos y cánticos espirituales, cantando y alabando al Señor en vuestros corazones; 20 dando siempre gracias por todo al Dios y Padre, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo. DIOS nos guiara a tener un corazón que alabe a DIOS, y otros llegaran a tener ministerio de alabanza y adoración. 5.- El Espíritu Guía Rom 8:14 Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, éstos son hijos de Dios. Ser guiados por el Espíritu es algo normal en el creyente, solo que la diferencia es que debemos de escuchar cual dirección tomar, y muchas veces no es lo que queremos, sino lo que no queremos. Ya dijimos quien no obedece a DIOS, se pierde sus bendiciones, después no se queje por que sufre, porque le va mal, porque no cambia su situación de su vida, que sabe mucho de DIOS y por tal o cual cosa, es sencillo, se resiste a morir a su yo y dejarse guiar por su Padre y DIOS. 6.- El Espíritu da testimonio con nuestro Espíritu Rom 8:16 El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos de Dios. Nuestro Espíritu clama Abba Padre, pues reconoce lo esencial para nosotros, y esto es por la fe. Ese Espíritu busca poner a Cristo en nuestros corazones, como el capitán de nuestra vida. Efe 3:16 para que os dé, conforme a las riquezas de su gloria, el ser fortalecidos con poder en el hombre interior por su Espíritu; 17 para que habite Cristo por la fe en vuestros corazones, a fin de que, arraigados y cimentados en amor, 18 seáis plenamente capaces de comprender con todos los santos cuál sea la anchura, la longitud, la profundidad y la altura, 19 y de conocer el amor de Cristo, que excede a todo conocimiento, para que seáis llenos de toda la plenitud de Dios. Además seamos cimentados en amor y poder conocer el amor de Cristo. 7.- El Espíritu intercede por nosotros Rom 8:26 Y de igual manera el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad; pues qué hemos de pedir como conviene, no lo sabemos, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles. Aun no sepamos orar como conviene es el Espíritu Santo es quien ora por nosotros, en todo momento de nuestras vidas. Podemos terminar deciendo que hay 2 formas en al que podernos auto evaluarnos: 1.- Por nuestra conducta. Como estamos comportarnos. 2.- Por lo que decimos. Stgo. 3:1-12. Debemos comprender que vivir en el Espíritu es dejar de lado el yo, y no estar echando perlas a los cerdos, sino regando en nuevos terrenos fértiles, que den de 1 a 100. Los Cristianos llenos del Espíritu son los únicos en el mundo que conocen las bendiciones verdaderas, que lo llevan a la libertad en DIOS. DIOS los bendiga.

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