sábado, 5 de diciembre de 2009

Todo es mío, mío


Todo es mío, mío

La vida desde que nazco, me lleva a estar el centro de la voluntad de DIOS, en una familia, varón y hembra los creo.

Esta familia entrega a su hijo lo mejor de su vida, algunos con sus limitaciones, otros a medias (no hay papa, o mama) pero aun así, el hijo crece en un hogar que le mostrara, lo que se debe aprender a futuro.

Crece alimentado, educado, en salud y en estudios. Jesús dijo dará un padre a su hijo escorpiones o serpientes, aun fuera mal padre, claro que no.

Pero la vida es así, no es perfecta y problemas se presentaran, y habrá discusiones de hermanos. Como José fue vendido por sus hermanos, a los egipcios como esclavos.

Y la vida seguirá, y cada cual, deberá tomar su propio camino, pues si hay un hijo que está inconforme de su casa, padres, y reglas, sencillo, que se valla de la casa, y lo haga con respeto, por la puerta, despidiéndose, agradeciendo, y almos más que decir, decirlo. Con mucho respeto.

Los casados casa quieren, y dijo DIOS, dejara padre y madre y serán una sola carne, y así deben seré, pero si falta dinero, y se queda en casa, debe ser una vida independiente, y su esposa e hijos en primer lugar antes que los demás familiares. Pero si no se puede convivir con la familia por los pleitos, dice el dicho “que por mi bien mi casa dejaría”. Y así debe ser, buscarse un lugar donde vivir, solos.
Si los padres le dejaron algún espacio, lo pueden alquilar para poder ayudarse en otro lugar a costear el costo, de su nuevo hogar.

En este camino, el hombre o mujer, empieza a descubrir la vida, descubrir que no hay perfección y el ser humano se equivoca, y empezara a juzgar y molestarse con sus seres queridos.

La vida debe continuar, no hay perfección, hay de todo, solo que hay que saber querer, no ser resentidos, valorar nuestra vida, para no verse afectado en rencillas, odios, y tantas cosas malas que solo hacen daño a uno mismo, y no a las personas e involucradas.

Jesús nos enseño que debemos de perdonar, pero no podemos, es necesario hacer una oración a Jesús, y decirle:

Jesús enséñame a perdonar como Tú perdonaste, ayúdame a perdonar a las personas que me aborrecen, me hacen daño, no me quieren, o no me respetan y libérame del resentimiento y aborrecimiento a las demás personas, que fueron creadas a tu imagen y semejanza,
Gracias Jesús, por todo.

Alabado sea El Señor, pues solo el libera, no hay nada en la tierra, que lo pueda hacer, pues del reino de los cielos viene la ayuda.

Ha el titulo es a razón que la decisión es solo tuya, y de nadie más.

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